Familiares y amigos de los 149 desaparecidos en el derrumbe de un edificio en Surfside, en Miami-Dade, lidian con la desesperación y la angustia estrechando los lazos entre ellos y relatando historias de los suyos, pero también cuentan con psicoterapeutas y «perros de consuelo».

Seis días después del súbito colapso de parte del edificio Champlain Towers South, que hasta el momento ha dejado 12 fallecidos, los seres queridos de los desaparecidos esperan en dos hoteles de la avenida Collins, cerca del lugar del siniestro, unas noticias que llegan a cuentagotas o no llegan.

«Tienen la esperanza de poder encontrar con vida a su familiar, o al menos el cuerpo del familiar», dijo a Efe Linda Pérez, presidenta y fundadora de la organización Boricuas del Corazón INC., con sede en Tampa, en la costa oeste de Florida.

Desde el sábado miembros de esta organización y ocho perros entrenados han estado codo a codo con los familiares y allegados que se reúnen en el lobby o en la cafetería del Gran Beach Hotel, unas calles más al norte del edificio siniestrado.

En un paralelismo con la ayuda que los canes adiestrados prestan a los socorristas para hallar a personas entre los restos del edificio caído, estos perros de consuelo ayudan a los familiares a combatir la frustración de no saber qué pasó con sus padres, abuelos, hermanos o hijos.

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