Los cultivos de hoja de coca en Colombia llegaron en 2020 a los niveles más altos registrados en la última década, según un informe revelado el viernes por la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de los Estados Unidos (ONDCP por sus siglas en inglés).

La medición anual de Estados Unidos indica que en el año pasado se registraron 245.000 hectáreas cultivadas de coca en el país, lo que indica un crecimiento con respecto a 2019 cuando se estimaron 212.000. La producción potencial de cocaína también aumentó: se calculó en 1.010 toneladas métricas, mientras que en el año anterior fue de 936.

Colombia sigue siendo el país con más cultivos de coca en la región Andina. En Bolivia fueron reportadas 88.200 hectáreas de coca y en Perú 39.400, según el informe de la ONDCP.

La oficina de control de drogas de la Casa Blanca reconoció los esfuerzos de Colombia en la lucha contra el narcotráfico, como la erradicación manual de 130.000 hectáreas de coca en 2020, así como los “obstáculos” que tuvo para reducir los cultivos ilícitos como el incremento de “la violencia en áreas rurales” y las altas tasas de contagio de COVID-19.

El gobierno de Colombia reaccionó diciendo que hay una disparidad entre las cifras publicadas por Estados Unidos y las reveladas el pasado 9 de junio por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) que indican que el país tiene 143.000 hectáreas de coca, una reducción del 7% durante 2020.

“Dada esta disparidad en las cifras de la ONDCP y de la UNODC, los técnicos de ambos países y de las Naciones Unidas las revisarán para identificar aquellos criterios metodológicos necesarios para armonizar para el próximo ciclo de medición”, indicó el gobierno el viernes en un comunicado.

Aunque la UNODC reconoció una disminución de las hectáreas de coca sembradas, advirtió un crecimiento de la producción de cocaína, la cual aumentó en un 8%, lo que se traduce en 1.228 toneladas, debido al mejoramiento en las técnicas de agricultura y de procesamiento para extraer el alcaloide.

El presidente de Colombia, Iván Duque, y el embajador de Estados Unidos en Colombia, Philip Goldberg, sostuvieron una reunión el 23 de junio en la que trataron la lucha antinarcótica, punto clave en la relación entre los dos países, en la cual revisaron los resultados obtenidos en 2020 y reafirmaron la cooperación bilateral, según indicó la embajada ese día en un comunicado.

“La política compartida de Estados Unidos y Colombia apuesta a la transformación de las condiciones estructurales que permiten el mantenimiento y la reproducción de las economías ilícitas”, declaró el viernes el consejero de Seguridad Nacional de Colombia Rafael Guarín. “Las herramientas principales son la aceleración de los programas de desarrollo con enfoque territorial y la implementación de la estrategia de zonas futuro que permita articular seguridad con servicios sociales del Estado”, agregó.

Aunque el gobierno colombiano firmó un acuerdo de paz en 2016 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en el país persisten actores armados que se disputan el control del narcotráfico, entre los cuales están grupos disidentes de esta extinta guerrilla, así como el Ejército Liberación Nacional (ELN) -guerrilla que continúa activa- y bandas criminales como el Clan del Golfo.

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