El Congreso federal vivía un fin de semana de molestia y frustración debido a que se permitió que una moratoria nacional a los desahucios expirara en un momento en que aumentan los casos de COVID-19. Una legisladora demócrata incluso acampó afuera del Capitolio en señal de protesta ante la posibilidad de que millones de estadounidenses sean forzados a desalojar sus casas.

Los legisladores dijeron que fueron tomados por sorpresa por la inacción del presidente Joe Biden a medida que se acercaba la fecha límite de la medianoche del sábado, y algunos estaban furiosos de que pidiera al Congreso ofrecer una solución de último minuto para proteger a los inquilinos. La inusual división entre el presidente y su partido conlleva posibles ramificaciones políticas duraderas.

La representante por Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez dijo el domingo después de que expirara la moratoria que los demócratas tienen que “llamar a las cosas por su nombre”.

“No podemos de buena fe culpar al Partido Republicano cuando los demócratas de la Cámara de Representantes tenemos mayoría”, dijo la congresista progresista en el programa “State of the Union” de la cadena CNN.

Ocasio-Cortez y otros demócratas se unieron a la representante demócrata Cori Bush la tarde del sábado y la noche del domingo cuando Bush acampó afuera del Capitolio. “No pienso retirarme antes de que suceda algún cambio”, dijo Bush, aunque la Cámara de Representantes ya se había ido para su receso de agosto.

Más de 3,6 millones de estadounidenses corren el riesgo de ser desalojados, algunos en cuestión de días. Los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) decretaron la moratoria como parte de la crisis del COVID-19 cuando los empleos cambiaron y muchos trabajadores perdieron su ingreso.

Los demócratas se sentían cada vez más frustrados.

“Pensábamos que la Casa Blanca estaba al mando”, dijo el sábado en CNN la representante demócrata Maxine Waters, presidenta de la Comisión de Servicios Financieros.

“Estamos a sólo unas horas de que ocurra una crisis de vivienda totalmente prevenible”, dijo la senadora demócrata Elizabeth Warren en un discurso en el pleno durante una inusual sesión sabatina mientras los senadores trabajaban en un paquete de infraestructura.

“Tenemos las herramientas y tenemos los fondos”, dijo Warren. “Lo que necesitamos es tiempo”.

El objetivo de la moratoria era prevenir una mayor propagación del virus entre las personas que fueran forzadas a vivir en las calles y en albergues. Durante la pandemia, el Congreso aprobó casi 47.000 millones de dólares en asistencia federal para vivienda a los estados, pero han tardado en llegar a manos de los inquilinos y de arrendadores.

AP

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