Washington, 11 jul (EFE).- El frenazo en el ritmo de vacunación, provocado por el escepticismo entre parte de la población, y la llegada de la variante delta ha elevado el número de casos en Estados Unidos de covid-19 en la última semana, lo que ha hecho sonar las alarmas entre las autoridades sanitarias.
«Está muy claro que esta es una variante terrible. Tiene mucha más capacidad de transmitirse de persona a persona», afirmó Antony Fauci, epidemiólogo jefe de la Casa Blanca, en una entrevista en la cadena ABC.
A pesar de que Estados Unidos es el país con mayor número de inoculaciones del mundo, se encuentra en alerta ante el preocupante incremento de los casos de la variante delta, que representa ya más del 50 % de los contagios a nivel nacional y el 80 % en algunos estados en los que el porcentaje de la población vacunada es bajo.
Fauci, no obstante, remarcó que «las buenas noticias son que las vacunas existentes funcionan bien» contra esta variante.
CASOS SE DISPARAN EN EL SUR
En los últimos cinco días, los casos de covid-19 han vuelto a superar la cifra de los 20.000 diarios, algo no visto en EE.UU. desde el pasado mayo.
A este repunte se suma el frenazo en el ritmo de inoculación en el país, donde el 67,5 % de los adultos cuenta al menos con una de las dosis necesarias para la vacunación completa y el 58,7 % tiene ya el esquema integral.
La primera vacuna se administró en EE.UU. el pasado diciembre, y durante la primavera se llegaron a inyectar más de 3 millones de dosis diarias, cifra que ahora apenas llega a unos cientos de miles.
Esta ralentización ha provocado que no se alcance la meta señalada por el presidente estadounidense, Joe Biden, quien marcó el pasado 4 de julio como la fecha para llegar al 70 % de los adultos con una dosis.