El Gobierno cubano mantiene tres días después de las protestas masivas un fuerte despliegue policial en las calles de la isla, donde no se han producido nuevas manifestaciones verificables y la población busca a familiares detenidos mientras intenta burlar el apagón del internet móvil.
Las cifras reales de detenidos siguen siendo este miércoles un misterio, ya que las autoridades aún no han ofrecido datos oficiales, mientras organizaciones internacionales, activistas y listados que circulan por las redes sociales los cifran por centenares.
Frente a los llamados de la comunidad internacional a que se libere a los detenidos, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, afirmó hoy en la televisión estatal que los arrestados tendrán “garantías procesales” y “recibirán la aplicación de las leyes en su justa medida, sin abus
El mandatario dijo que en las manifestaciones se cometieron “hechos que atentan contra la Constitución” y justificó la acción policial, aunque admitió que “igual hay que pedir disculpas a quien en medio de la confusión fue maltratado injustamente”.
“Sin respuesta de las fuerzas del orden hubiera primado la violencia”, afirmó el gobernante, quien aseguró que se ha malinterpretado la llamada que hizo a sus partidarios a salir a las calles y enfrentar a los manifestantes y que los ciudadanos tienen derecho a “defender los preceptos constitucionales”.
La actuación de las fuerzas de seguridad y brigadas parapoliciales contra los manifestantes en los hechos que sacudieron el país días atrás ha sido condenada y calificada como desmedida por organizaciones de derechos humanos y por algunos Gobiernos y formaciones políticas extranjeras, además de centenares de cubanos en las redes sociales.